Somos luces abismales

Blatt & Ríos

Buenos Aires, 2020. 

Somos luces abismales

Penguin Random House

Bogotá, 2018. 

Somos luces abismales

«En este libro Sanín se revela como una escritora cuya forma de lucidez es la poesía. Cada palabra es un placer».
 
—Alma Guillermoprieto

Reseñas

«Somos luces abismales es definido por algunos como un libro de relatos, por otros como uno de ensayos, y es, a decir verdad, un poco de las dos cosas. Ocho textos en los que la autora plantea una situación de inicio y luego se permite ir asociando libremente temas, lugares, tiempos, personas. Son de algún modo peripecias de una idea, que podrían entrar dentro de las concepciones más libres del ensayo, entendido como un género en el que lo único que es constante es la búsqueda de un saber, un gesto que se ensaya partiendo de nada, donde el que escribe se pone a prueba en ese mismo ejercicio».

—Mercedes Halfon, Página 12

«Somos luces abismales, el nuevo libro de Carolina Sanín, empieza con la conciencia del espacio habitado: “Vivo en un cuerpo esférico que da vueltas sin parar en el infinito abismo, sobre sí mismo y alrededor de una estrella: alumbrándose con su luz y retrayéndose a la luz”. La autora ubica la Tierra y se sigue ubicando: escribe desde Bogotá, en el occidente del occidente, adonde el día llega después de que ha llegado a casi el resto del planeta, y se ubica también, desde siempre, en la expulsión del oriente del oriente, donde está o estaba el Edén».

—Pedro Carlos Lemus, Arcadia

«Sanín recupera y renueva la idea clásica del ensayo. En sus páginas hay un yo que ensaya y duda, que camina a tientas por la existencia; por eso la pregunta retórica es una de sus marcas de estilo: “¿Dónde está lo que es más grande que yo —el Amor, mi amo— si está en mí pero no cabe en mí? ¿Dónde estoy —qué me contiene— para que yo pueda contener lo que es más amplio que yo?“».

—Edmundo Paz Soldán, La Tercera

«El miedo parece ponernos de espaldas al mundo. Alejarnos se entiende hoy como sinónimo de salvación. Aún así, en el espacio de la intimidad puede revelarse una mirada nueva sobre el presente».

La Gaceta